Entre otras cosas, la playa simboliza la diversidad interior y apertura de mente: si lo piensas, en una playa puedes obtener muchos objetivos diferentes: te puedes relajar o activar, puedes usarla para descansar, para escaparte…

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Puede que necesites precisamente eso: vivir un poco más el presente y no pensar en términos absolutos. Tu inconsciente te está recordando que un mismo escenario sirve para muchas cosas diferentes y depende más de cómo te encuentres tú en cada momento.

 

Déjate llevar. No planees las cosas de antemano y permítete sentir qué necesitas en cada momento. Si necesitas relajarte, regálate un momento que sea solo para ti. Y si necesitas activarte, hazlo. No hagas un plan solo porque sientas que tienes que hacerlo o porque ya lo tengas programado. Conecta contigo y pregúntate si es eso lo que de verdad te apetece hacer.

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